lunes, 20 de enero de 2025

¿Los Poderes del Estado son tan independientes como creen?

Sin perjuicio que en la Constitución está consagrada la independencia de los Poderes del Estado, eso en la práctica no lo es tanto, sobre todo si consideramos que en nuestro país los cargos de Presidente y Jefe del Estado recaen en la misma persona.

Ahora bien, un buen ejemplo de lo indicado tiene que ver con la carta enviada por el Presidente don Patricio Aylwin al Presidente de la Corte Suprema con un instructivo relativo a la aplicación e interpretación de las “Leyes Cumplido”, normas que marcaban el inicio a la temporada de caza contra los militares y policías del ‘73. En ese caso, la independencia de los poderes se fue directamente al bolsillo sin ningún pudor ni recato.

Ahora bien, no estoy sugiriendo que el Presidente se inmiscuya constantemente en el accionar de los otros dos poderes del Estado; no obstante, en su condición de Jefe del mismo, sí debe golpear la mesa cada vez que, sea el Poder Legislativo o el Poder Judicial, actúen fuera de la Constitución y la Ley; o bien, cuando sus actuaciones, aunque estén dentro de lo legal, afecten el bienestar social y económico de la población.

Por otro lado, convengamos en que en los últimos 35 años los políticos nos convencieron que los Poderes del Estado son independientes, ya que eso conlleva que, tanto el Presidente como sus Ministros, puedan evadirse de situaciones conflictivas con los otros dos poderes, y al mismo tiempo, es más fácil culpar a los otros poderes para desligarse de las responsabilidades propias de la gestión gubernamental. En definitiva, la idea de la independencia de los Poderes del Estado se convirtió en un “laissez faire et laissez passer” (dejar ser y dejar pasar).

Finalmente, la experiencia de los últimos cinco años demuestra que con motivo de la “excusa” de la independencia de los Poderes del Estado, en vez de que los controles y contrapesos constitucionales y legales entre Poderes funcionaran, los medios de prensa tradicional y algunos influencers de redes sociales se convirtieron en los “check and balances” del aparato estatal y de sus empleados.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

¿Los partidos políticos realmente son lo que dicen ser?

Si consideramos el actual espectro político chileno nos daremos cuenta que en materia “partisana” nada es lo que parece.

Por un lado tenemos lo que algunos denominan partidos de ultra derecha, que en definitiva son partidos de derecha -unos más duros que otros-, que está compuesta por el Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y el Partido Nacional Libertario (en formación), respectivamente.

Partidos de centro, que en realidad podríamos definirlos según sus postulados, como partidos de centro derecha, que están dados por el Partido Amarillos por Chile y el Partido Demócratas. En este mismo ítem podemos integrar a los díscolos del socialismo tradicional, pensemos por ejemplo en Oscar Landerretche, José Antonio Viera-Gallo y tantos otros pertenecientes al grupo de los autocomplacientes.

Partidos del socialismo democrático, que estarían dados por Chile Vamos -que aunque se dice de centro derecha en los últimos cinco años su deriva hacia la izquierda ha sido notoria-, el ala pensante del Partido Socialista, y los más pragmáticos del PPD, en definitiva, hablamos de los socialistas ex-miembros de la antigua Concertación que no se hayan ido a Amarillos.

Por último están el Partido Comunista y el Frente Amplio Unido, que aunque hay quienes piensan que son lo mismo, no lo son. El PC chileno es un Partido Marxista Leninista de la vieja guardia, mientras que el FA es un partido WOKE.

Ahora bien, hasta hace poco más de un año atrás era de la idea que a la izquierda (en general) debíamos negarle prácticamente todo; sin embargo, afortunadamente, tuve un infarto cardíaco el cual produjo un coagulo que me generó cuatro micro infartos cerebrales que me noquearon. A raíz de eso tuve el tiempo suficiente para leer y pensar, tanto sobre lo que pasaba en Chile como con respecto a mi actitud sobre lo mismo; y, finalmente, caí en cuenta que nos guste o no tenemos que aprender a convivir y a conversar con la gente razonable y sensata de izquierda, de centro y de derecha aislando a los autoflagelantes y/o nostálgicos de lado y lado, ya que esas minorías son lo que son y no las vamos a cambiar.

Si el panorama de superficie lo vemos de esta manera, las instancias de negociación y conversación para sacar a nuestro país adelante son considerables; no obstante, si vemos el cuadro de situación bajo el prisma setentero y ochentero, por lógica las posibilidades se reducen casi a cero.

Finalmente, en esta ocasión no habrá una bota de Infantería talla 40 que nos tenga a todos haciendo buena letra, esta vez nos toca a nosotros. Ergo, este es el tiempo de los ciudadanos realmente Patriotas, que en verdad amen a la Patria y que por decisión propia y convicción íntima pongan de su parte para volver a levantar a nuestro país, independiente de su tinte ideológico.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

domingo, 19 de enero de 2025

"Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo". Albert Einstein.

Hace unos días vi una exposición en un zoom en la cual la conclusión final es que la gente de derecha -conservadora y liberal- debe dar la “batalla cultural” entre el anarcocapitalismo y el anarcocomunismo.

Sin perjuicio que no creo en el anarcocapitalismo por tratarse de una postura económica de suma cero, es decir, no dejan espacio a la conversación ni a la negociación -lo que tú ganas son retrocesos para tu enemigo-, y además, por el hecho de estar absolutamente alejada de los postulados de  los primeros pensadores asociados a las creencias libertarias como serían Hayek o Popper, que eran inicialmente de la línea “ordoliberal” -orden público con economía social de mercado que incorporaba el naciente concepto de principio de subsidiariedad-, lo que conllevaba conversación y negociación entre las partes.

Ahora bien, no discuto ni por segundo que es necesario recuperar el nivel de la economía; no obstante, esa recuperación no debe nacer de medidas voluntariosas o con simples ajustes monetarios y fiscales. En definitiva, necesitas algo más!!

Si vemos el resultado de la última prueba PIAAC de la OCDE -realizada en Chile prepandemia-, que mide las competencias cognitivas de la población adulta vinculadas al desempeño laboral normal en las áreas de: comprensión de lectura, razonamiento matemático y resolución adaptativa de problemas en contextos informáticos, dicho examen arrojó que en Chile el 53% de la población nacional adulta es analfabeta funcional. Es decir, no entiende lo que lee, no puede realizar operaciones matemáticas simples sin la ayuda de calculadora básica y no sabe usar un computador a nivel usuario elemental.

Por otro lado, si consideramos que hace 20 años el índice de inversión en investigación e innovación tecnológica nacional, como porcentual del PIB, era de 0,45% y que en aquel entonces se buscaba aumentarlo hasta el 2,6% del PIB. Si revisamos hoy cual es el nivel real de inversión en esas materias, ciertamente no llegamos al 2,6%, sino que bajamos hasta el 0,34%, según el informe del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e  Innovación, del 02 de Septiembre de 2022. En ese contexto, el grueso del  gasto no  se destinaba  a innovación  tecnológica propiamente tal  sino que  a la creación  de “papers”  de la  línea  ideológica -principalmente enfocados al adoctrinamiento-.

En este punto es donde afloran mis malas o buenas costumbres de Ingeniero Comercial y de Exlogístico Naval.  Es decir,  si tu  personal -ciudadanía-,  no tiene las  capacidades  educacionales  y de  instrucción  técnica  mínimos,  tienes que re-entrenarlo y para eso, requieres de muchos recursos, tanto públicos como privados, ya que necesitas elevar el nivel del profesorado y mejorar su nivel de remuneraciones, necesitas contratar más profesores, necesitas invertir en más y mejor infraestructura educacional, y necesitas invertir en mejores tecnologías.

Si lo anterior lo vemos en términos de las nuevas derechas libertarias, es algo simplemente impresentable, ya que ello implica, por lógica, un aumento de impuestos generales y algunos específicos; no obstante, si lo vemos en términos realmente “Patrióticos”, es lo que debemos hacer, y por lo tanto, eso implica conversar y negociar.

Es decir, si queremos que nuestra Patria vuelva a la senda del crecimiento y del desarrollo, necesitamos mejorar la economía y para ello requerimos mejorar la educación y nuestras capacidades tecnológicas.

En definitiva, si queremos mejores resultados no busquemos la solución en los años 80’s, porque esas soluciones ya están quemadas y obedecen a otro periodo de la historia, con otros actores y otras premisas.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial – Exlogístico Naval
Magíster en Ciencia Política

jueves, 16 de enero de 2025

Egos y exceso de emocionalidad. Los eternos problemas de la derecha juvenil.

En estos últimos dos años hemos visto un amplio despliegue emocional en la derecha, con el surgimiento de diversos grupos que a poco andar se dividieron en más grupos, y estos últimos, en más grupúsculos, cual más extremista que el otro.

Convengamos en que los grupúsculos más radicalizados, son los liderados por personas en el rango etario entre los 20 y los 45, que, curiosamente, son los menos valientes.  Gritan mucho y pelean entre ellos a nivel de RR.SS., pero ni siquiera son capaces de pasar al conflicto personal en vivo y en directo entre ellos.

En este punto del análisis vuelvo a lo que les comentaba en un artículo anterior, respecto a que en la guerra vence el que actúa en forma racional, pausada, con temple, en forma metódica, y dice lo que tiene que decir, sin importar si gusta o no; y, por el contrario, el que entra a un conflicto movido por la emocionalidad, está destinado a la derrota.

Queda claro que en el rango etario entre los 20 y los 45 años la izquierda caló hondo en la derecha juvenil. Esa parte de la sociedad, está más ocupada de no perder su nivel de vida que lo que efectivamente pase con el futuro de nuestra nación.

En definitiva, la juventud está más ocupada de su ego y sus necesidades particulares (hedonismo), está movida 100% por la emocionalidad y se niegan rotundamente a salir de ese esquema mental, y de asumir ningún tipo de responsabilidad directa en lo que pasa en nuestro país. De hecho, están convencidos que haciendo “videos ultrones de derecha en YouTube” e insultando a medio mundo en “X”, harán que “alguien haga algo” para sacarlos de su “terrible sufrimiento”, entiendo como sufrimiento no poder cambiar anualmente las zapatillas Nike, el Iphone, o la tarjeta gráfica de su PC Gamer.

Con una juventud así, estamos perdidos.

Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política

martes, 14 de enero de 2025

Conservadurismo, progresismo y batalla cultural (Parte 2).

Hace poco más de cuatro años, partí usando Facebook para distribuir mis Blogs. Se vendían bastante bien al principio, y en la medida en que fui endureciendo el tenor de mis opiniones y presentando análisis más superficiales, comenzaron a venderse mucho mejor, evidentemente había una relación directa entre el ultrismo liviano y la posibilidad de distribuir mis Blogs.

Lo anterior quedó demostrado con la cantidad de lecturas que recibían los distintos escritos -del orden de las 10 mil diarias-. Especial acogida tuvo un video en el que despotricaba contra Hugo Gutiérrez cuando se insolentó con los Policías Marítimos en el norte a comienzos de la pandemia. Ese video alcanzó más 60 mil visualizaciones en pocas semanas.

En castellano simple, mientras más gritos, insultos y simpleza mental; es decir, mientras más liviano y gutural sea el mensaje, uno termina siendo mejor Patriota, gran chileno y gran nacionalista. Lo curioso de lo comentado, es que esa guturalidad es considerada por algunos como “batalla cultural”. 

En este apartado no olvidaremos la teoría conspirativa del onunismo-globalismo y todas las derivas que puedan salir de ahí; tales como, Soros y la Open Society, Bill Gates y sus laboratorios, el conglomerado Black Rock, etc.

Entretanto, en este punto cabe hacer un inciso, para establecer ciertas contradicciones en el discurso de esas personas, ya que nada dicen sobre la empresa Raytheon, y por qué no lo hacen, porque Trump es un importante accionista de dicha corporación.

Por lo anteriormente expuesto, dejé de subir mis Blogs a Facebook, borré el video en cuestión del canal familiar, borré los videos equivalentes de mi canal de YouTube personal y corté todo contacto con la gente de los grupos, grupitos, grupúsculos y movimientos de la línea “libertaria, soberanista, nacionalista, patriota, etc”. Eso se debe a que pertenecen a minorías oportunistas que lo único que buscan es llegar al poder, pero de que les sirve llegar a la Moneda, si no tienen los equipos, los conocimientos, la experiencia ni la capacidad para gobernar.

En castellano simple, nuestro país no necesita gritones oportunistas, necesita gente experimentada que pueda gobernar.

Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política

lunes, 13 de enero de 2025

Conservadurismo, progresismo y batalla cultural.

Hace casi cinco años, se han venido dando, a nivel de las derechas, toda una serie de encontrones con motivo de la supuesta dureza, conservadurismo o abiertamente ultraconservadurismo que debería estar presente en esas agrupaciones políticas.  En castellano simple, para los más duros lo relevante es el juego de suma cero, es decir, lo que yo gano tú lo pierdes, y no hay espacio alguno para negociar.

Entretanto, en ese mismo periodo (hace 5 años), yo era de esa misma idea y debo manifestar que dentro de los más duros de derecha el suscrito era considerado “un gran patriota”, y muy “comprometido con Chile”; sin embargo, a poco andar me di cuenta que lo único que hacía era darle en el gusto a grupo muy reducido de gente que se esfuerza por intentar imponer su postura voluntariosa de suma cero.

Esa postura rígida y de suma cero, es lo que esos grupos sociales, han denominado “batalla cultural”, que de cultural no tiene nada, y está dada principalmente por teorías novedosas como:
- El onunismo, globalismo.
- El progresismo o socialismo sudamericano de siglo XXI.
- El woke-ismo norteamericano.
- El patriotismo y el soberanismo, pero sin establecer ningún tipo de arraigo real con el territorio nacional. Es decir, como puedes decir que eres Patriota y Soberanista si estas dispuesto a irte en cuanto las cosas se ponen feas.

Podría seguir enumerando teorías y planteamientos “interesantes” pero creo haber establecido mi punto. En definitiva, a las personas que apoyan las posturas de derecha más duras y beligerantes, no les importan mucho los aspectos culturales propiamente tales (educación, instrucción, historia de Chile, conocimiento de los héroes, historia universal, geografía, ciencias, etc.), sino que son personas reaccionarias a los planteamientos de la izquierda radical, y esa actitud reaccionaria es endulcorada y presentada como “batalla cultural”.

Como sea, si no es por una es por otra pero la gente sensata continúa bailando al ritmo de minorías beligerantes (izquierda radical y extrema derecha) que siguen ancladas en los 70’s y 80’s, y se niegan a evolucionar y dar vuelta la página.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

¿Eres de izquierda o de derecha?

Hace casi cinco años, con motivo de mis planteamientos en redes sociales, algunos me preguntaban si era de derecha o de izquierda, y otros más efusivos, llegaban incluso a exigirme una definición clara. Visto así me limitaba a contestar, si es que lo hacía: “No soy de derecha ni de izquierda, soy Logístico, y, como tal, las ideologías no me interesan porque lo relevante es que el país funcione”. Ergo, para que el país funcione requiere de un Plan Logístico Nacional que no debe subordinarse a una determinada ideología, sino que a una Estrategia Nacional de largo plazo -la cual podrá tener asociada o no una componente ideológica-.

Ahora bien, si consideramos que la logística consiste en el esfuerzo nacional, público y privado, tendiente a satisfacer las necesidades de los ciudadanos, nos podremos dar cuenta que dicho Plan Nacional tiene dos componentes, uno de alto nivel y otro de orden operativo.

Visto así, la logística de alto nivel está dada por la acción directa del Estado mediante el esfuerzo coordinado y alineado de sus tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), en pos del bien común general de la población.

Bajo esa premisa, los poderes del Estado, antes mencionados, deben en conjunto crear las condiciones de seguridad, orden público, estabilidad económica y lineamientos y certeza jurídica, necesarios para que el nivel operativo opere con normalidad y satisfaga, por consiguiente, los requerimientos de los ciudadanos.

Por otro lado, el nivel operativo de la logística está dado por el esfuerzo privado, el cual, en virtud de las medidas de seguridad, orden público, estabilidad económica y certeza jurídica provistas por el Estado, en su rol de órgano conductor de la logística nacional, y con estricto apego al principio de subsidiariedad, nos dará como resultado un proceso logístico ordenado, oportuno y que ciertamente satisfaga de buena forma las necesidades sociales.

Hasta aquí hemos visto qué pasaría en condiciones teóricas ideales; sin embargo, en la práctica en nuestro país estamos muy lejos de acercarnos dichas premisas básicas. En la realidad diaria vemos un irrespeto total hacia la Ley, las policías, hay ataques urbanos y rurales; en definitiva, vemos a un Estado que no cumple sus funciones esenciales como órgano conductor de la logística nacional.

En virtud de lo anterior, como se habrán podido percatar, en ningún momento he mencionado líneas ideológicas, ya que ellas ensucian los análisis técnicos; ergo, como mencionaba al inicio de esta columna, no soy de derecha ni de izquierda, simplemente soy logístico, y quizás eso deberíamos hacer a nivel ciudadano, soltar las ideologías propias de la primera guerra fría que hoy están obsoletas, fuera de foco y que no dan cuenta del mundo actual ni de los nuevos balances de poder internacional.

En cambio, me parece que lo mejor sería concentrarnos en los aspectos comunes a nivel transversal que nos permitan levantar nuevamente al país y hacer frente al nuevo tipo de enfrentamientos que afectan al mundo entero, y que llegaron para quedarse y aumentarán con el tiempo, aunque haya quienes no quieran verlo ni aceptarlo, hablamos de los “conflictos asimétricos con componentes híbridos, narcotráfico, trata de personas, tráfico de órganos, terrorismo, piratería marítima, y proxies internacionales e islámicos radicales”.

Como corolario podemos mencionar, que:
Las ideologías apelan a la emocionalidad, y están llenas de lindos sueños y buenas intenciones… Sin embargo, la planificación estratégica flexible nos permite ajustar dicha estructura a la realidad con mayor facilidad que la ideología, ya que la realidad es inexorable y siempre se impone.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

sábado, 11 de enero de 2025

La batalla de Khe Sanh, la ofensiva del Tet y el control fronterizo.

Demostración empírica que “correr bala” no siempre es la mejor solución.

Convengamos en que para el ciudadano común, y, en particular, para los políticos populistas y otros académicos no muy valientes, resulta “bien sonante y muy prometedor” plantear que los problemas fronterizos se solucionan mejor “corriendo bala y minando”.

Sin perjuicio de lo anterior, lo más útil es analizar algunos ejemplos de la historia, entremos en detalle. La base aérea de Khe Sanh fue inicialmente instalada por los franceses para proteger la retaguardia del paralelo 17, y, al mismo tiempo, para atajar el tráfico de armas, municiones, personal, drogas y material de adoctrinamiento desde el norte hacia el sur, a través de la frontera común de Vietnam, Laos y Camboya.

Una vez llegados y desplegados los norteamericanos en 1964, el general William Westmoreland, volvió a habilitar la citada base ampliando la pista de aterrizaje, instalando dos gran Santa Bárbaras (almacenes de munición), bodegas para abastecimientos generales y hangares para las aeronaves (aviones y helicópteros de diverso tonelaje y características), artillería de 155 mm, morteros de 107 mm, y campos minados -anti blindados y anti personal- para protección perimetral.

Hacia fines de 1967, los servicios de inteligencia de EE.UU. y Vietnam del Sur, consideraban un posible ataque del Ejército de Vietnam de Norte (EVN), en algunas ciudades del Sur, posiblemente en las cercanías de año nuevo; sin embargo, no había claridad respecto de dónde y cuándo ocurriría, sobre todo en virtud de las negociaciones de cese de hostilidades por las festividades del Tet (año nuevo lunar).

La batalla de Khe Sanh, descolocó a los mandos militares y de inteligencia de EE.UU. y Saigón, en el sentido que pensaron que ese era el ataque esperado, según lo comentado en el párrafo precedente, ya que se desarrollo entre 21 de enero y el 8 de abril de 1968 (2 meses y 18 días), constituyéndose en el enfrentamiento más cruento de toda la guerra hasta ese momento. No obstante, Khe Sanh fue tan sólo una maniobra distractiva para desviar la atención del ataque masivo a todo lo largo y ancho de Vietnam del sur que vendría, la Ofensiva del Tet, cuya primera fase duró desde el 30 de enero al 28 de marzo, la segunda desde el 5 de mayo al 15 de junio, y la tercera desde el 17 de agosto al 23 de septiembre.
La suma de ambos enfrentamientos (Khe Sanh y el Tet) prácticamente marcaron el término de la guerra para EE.UU. y quebraron la moral del modesto ejército regular del sur.

Como corolario podemos establecer que:
Sin perjuicio de la superioridad de las capacidades militares y tecnológicas de EE.UU., en términos de equipos, armamentos, aeronaves, sistemas y dispositivos de guerra electrónica, y la voluntad de lucha del personal del pequeño y modesto Ejército Regular del Sur (ERS); las fuerzas aliadas fueron incapaces de detener las constantes violaciones a la soberanía de Vietnam del Sur.

De lo anterior se colige que la cantidad de balas de que dispongas y las minas que puedas sembrar no servirán de nada si no van acompañadas de una política de Estado firme y consecuente con las órdenes de operación que se imparten, y que las autoridades nacionales asuman la responsabilidad política y judicial por lo que disponen.

Ergo, lanzar con tamaña liviandad que la solución a los problemas de control fronterizo es “correr bala o minar”, debe ser analizado con mayor profundidad y detalle.

Atte.
Pablo Thauby
Exlogístico Autoridad Marítima
Magíster en Ciencia Política

sábado, 21 de diciembre de 2024

Reacciono a la columna “El Milagro de Milei” de Axel Kaiser.

Tamaña fue mi sorpresa al encontrarme hoy una columna en El Mercurio, en la Axel Kaiser hablaba sobre el milagro de Milei en Argentina.

En primer lugar, fuera de los constantes ejercicios de pedantería que me parece no vienen al caso en una columna, discrepo en lo que indica en el primer párrafo, en el sentido que los economistas, empresarios e intelectuales preferían a personajes de izquierda bien comportada en lugar de alguien que “traiga soluciones”, para sacar a la Argentina del desastre de un siglo de gobiernos de izquierdas con parásitos mentales como los derechos sociales, ya que los que eligen son los votantes, que, por lo general, no consideran a los políticos.

Con respecto a los derechos sociales viene mi segunda discrepancia. Es decir, despreciar los derechos sociales por despreciarlos, es una torpeza; ya que si el Ministerio de Desarrollo Social asume esa tarea, y mediante un esfuerzo conjunto y combinado público y privado, aplicando el principio de subsidiariedad como corresponde, especificando, por consiguiente, los deberes de cada cual, el cumplimiento de los “derechos sociales” es perfectamente realizable.

La tercera discrepancia que tengo, guarda relación con el análisis económico, ya que no menciona que ha pasado con los empleados públicos que han sido desvinculados, y tampoco menciona nada respecto a la generación de nuevos puestos de trabajos, tanto para los desvinculados del sector público como para los ciudadanos de a pie que hace mucho que no logran encontrar trabajo.

La siguiente discrepancia que tengo con lo expresado por Kaiser en su columna, tiene que ver con el hecho de asignarle a los que él llama “los gigantes de la economía y la filosofía”, el hecho que nuestro país haya salido de la debacle setentera. Si somos honestos, lo que sacó a Chile del desastre de la UP fue el Plan con objetivos estratégicos de largo plazo, con políticas públicas de mediano y largo plazo por ministerio, y con planes logísticos de alto nivel anuales organizados por el Gobierno de las FF.AA. y Carabineros de Chile. Planes que entre otras cosas incluían lo que Kaiser denomina “batalla cultural”, la cual estaba a cargo de don Sergio Melnik, ex Ministro de Desarrollo Social.

La última discrepancia que tengo con Axel Kaiser, se relaciona con la sugerencia final que él le hace a la centro derecha, en el sentido de “copiar la vía Milei al éxito”. En mi opinión lo que la centro derecha chilena debe hacer es volver a aplicar las lógicas de planificación estratégica y motivación nacional implementadas por el gobierno de las FF.AA. y Carabineros de Chile, ya que son una vía al éxito conocida y que sabemos que sirve.

Recordemos que los chilenos no somos iguales a los argentinos.

Atte.
Pablo Thauby.
Ingeniero Comercial
Ex EaC Logístico Autoridad Marítima.
Magíster en Ciencia Política
21 de diciembre de 2024

jueves, 19 de diciembre de 2024

Perdimos nuestras libertades… ¿En serio?!

Si analizamos esta afirmación, en primer lugar nos damos cuenta que se basa en emociones -el “yo siento que…”-. Su primera manifestación se presentó al establecerse las cuarentenas. La derecha más dura y recalcitrante vivía alegando, mientras que la gente sensata y los “ninis” acataban las restricciones, usaban mascarillas, respetaban los turnos y las capacidades de las tiendas, mostraban su credencial sanitaria al ingresar a los mall, y se pusieron las vacunas reglamentarias oportunamente; y, por lo anterior, eran llamados ovejunos y/o vendidos al onunismo-globalismo. En ese mismo periodo adquirieron gran fuerza dichas teorías conspirativas, que antes suscitaban poco o ningún interés en la sociedad.

Hacia fines del primer año de Piñera II, se le dio gran auge a la implementación de la agenda 2030 de la ONU en nuestro país, lo cual era esperable, dado que el Presidente tenía al Congreso en contra, y dicha corporación no recibía a tramitación ningún Proyecto de Ley que no incluyera a lo menos algún elemento de la mencionada agenda. Además,  Bachellet era Alta Comisionada de DD.HH. en dicha organización internacional y su amiga Silvia Rucks era la responsable de su implantación en Chile.

Ahora bien, si lo vemos en términos reales, dejando de lado la emocionalidad que nubla el pensamiento crítico, este año, en el pleno de la ONU, Antonio Guterres mencionó que dicha agenda sólo había avanzado un 30% a nivel mundial, lo que hacía necesario aplazarla hasta el 2045. En ese contexto, si consideramos que la agenda en cuestión vista desde el prisma de la izquierda es desastrosa; sin embargo, si se aplica bajo lógicas de derecha, es sumamente positiva, ya que incorpora elementos de economía circular, de cuidado del medio ambiente, de mejora alimentaria, de equidad dada por el correcto uso del principio de subsidiariedad, ergo, aplicando economía social de mercado. En definitiva, en términos del próximo gobierno, me parece bien que Boric haya firmado que seguimos en la aplicación de la agenda.

En definitiva, respecto a la agenda, hablamos de una utopía que no ha avanzado prácticamente nada por la inoperancia de sus operadores y por la sinvergüenza de los miembros de la izquierda radical nacional; y, bajo la visión de izquierda, tampoco lo hará en el futuro, ya que el progresismo y el wokismo, como indica el libro de don Fernando Villegas, tuvieron su “debut y despedida”. Ergo, ¿como continuar la implementación de una agenda que no tiene base ideológica?, ¿Cómo imponer una agenda cuyos exponentes locales, Venezuela, Cuba, Brasil, Nicaragua, y sus brazos operativos, el ex-foro de Sao Paulo y el grupo de Puebla, despilfarraron sus recursos?, ¿Cómo podría la ONU que no dispone de FF.AA. ni Policía propias obligar a nadie a cumplir nada?

Evidentemente las eventuales ganancias que haya podido obtener la izquierda progresista chilena, serán anuladas a contar del próximo gobierno. No habrá soluciones mágicas, ya que eso conlleva que la sociedad vaya a votar y vote bien, y por otro lado, que le exija a los partidos y a sus Diputados que defiendan los intereses nacionales.

Atte.
Pablo Thauby.
Magíster en Ciencia Política

miércoles, 11 de diciembre de 2024

El próximo gobierno de Chile...

Cualquiera que haya leído las “Crónicas de Lawrence de Arabia”, habrá podido constatar el problema que ese brillante Oficial británico tenía entre manos.

Su Mando, en Inglaterra, lo envió al desierto para comandar una revuelta árabe contra el bloque Turco-Alemán. Al llegar a destino, descubrió el gran problema político, social, religioso y de autoridad con el que tendría lidiar, previo a iniciar la revuelta… En definitiva, tenía que determinar y entender quiénes y cómo eran los árabes, y como se organizaban tribal, familiar y militarmente.

Finalmente entendió que los árabes no eran tribu única, es decir, tenían diferencias regionales, familiares, religiosas (dentro de los árabes había cristianos católicos, cristianos coptos, cristianos ortodoxos, y habían musulmanes chiitas y sunitas) con jerarquías, costumbres, horarios de rito y temporadas de pastoreo animal diferentes, y que tenían usanzas sociales distintas entre sí, etc.  En tales circunstancias, Lawrence tomó consciencia que la única forma de poder cumplir la misión que le asignó su Mando, pasaba por resolver una “enfermedad”, en vez de limitarse a abordar “síntomas”, es decir, debía conformar unidades de combate mediante las cuales las “usanzas árabes" no interfirieran con las acciones militares.

Si lo anterior lo llevamos a nuestro país, se han identificado algunos supuestos enemigos.  La ONU, la agenda 2030/45, el socialismo de siglo XXI, el progresismo, y el globalismo, entre otros.

Pero, serán esas cosas la enfermedad o son síntomas de la decadencia de un sistema político que no da más?

Todo indica que los intelectuales no han hecho bien las tareas, en términos de detectar bien la enfermedad, ya que, si vemos la situación chilena, los analistas locales sólo se han limitado a abordar los síntomas antes mencionados ya que a todos nos resultan fáciles de entender dada nuestra experiencia histórica setentera; sin embargo, no profundizan más allá sobre la crisis política real, ya que eso necesariamente implica abandonar trincheras y llegar a acuerdos razonables para todos.

En ese contexto, pocos son los que han visualizado que la mejor opción para el próximo gobierno, liderado por Matthei -que es la que capta la mayor intensión de voto-, es a través de la formación de un gran centro político y social, que congregue desde RN y EVOPOLI hasta la UDI, en la centroderecha, incorporando a “hombres buenos y Patriotas de centro izquierda”, de la ex-concertación -que son de probada trayectoria política-. Mientras mantiene a dos grupos en los bordes, el PC y el FA en la izquierda radical, y Republicanos y otros en la derecha más dura, de tal manera de poder representar a todo el espectro; pero donde la voz sonante esté en el centro.

El mundo está cambiando, las élites a las que estábamos acostumbrados están siendo reemplazadas por nuevas, los regímenes propios de la Guerra Fría están siendo sobrepasados y, otros tantos, están recurriendo a nuevos mecanismos multilaterales en los que prima la conveniencia mutua.

Por otro lado, qué es lo que nos indica lo anteriormente expuesto, que el verdadero patriotismo se mide cuando los ciudadanos -todos, incluyendo a los civiles de a pié, a los políticos, a los académicos, etc.- estamos dispuestos a poner los intereses de la Patria, la tierra que heredamos de nuestros padres, y sus más altos objetivos estratégicos, con toda la carga valórica y moral que ello implica, por sobre cualquier otro interés personal o de poder.

En definitiva, en Chile cabemos todos, no sobra ni debe faltar nadie; es decir, tenemos que madurar política y cívicamente y llegar a acuerdos razonables, de tal manera de lograr un gobierno que nos gobierne a todos en el próximo periodo y una sociedad comprometida con ese gobierno y su gestión!!

Atte.
Pablo Thauby.
Magíster en Ciencia Política

lunes, 9 de diciembre de 2024

La batalla cultural para recuperar Chile.

No me gastaré en analizar los conceptos posmodernos de “ultraderecha” y “progresismo”, ya que sólo corresponden a una moda que se presenta como una “lucha ideológica” de minorías extremas irrelevantes.

En ese contexto, hay quienes indican que en Chile no hay ultraderecha, pero sí la hay, y está dada por todos esos grupos, grupitos, grupúsculos, movimientos, creencias y partidos en formación que están más a la derecha de Chile Vamos y Republicanos.

Dichas minorías (ultraderecha y progresismo), en definitiva, desarrollan una “lucha discursiva”, muy liviana y superficial, en base al vaciamiento y relleno de significado de determinadas palabras que generan acciones y reacciones emocionales odiosas entre ambos extremos, que al grueso de la población no le importan en lo más mínimo.

Verbigracia. Veamos el caso del plebiscito de salida del segundo intento constitucional.  Hasta el día de hoy ambos extremos (ultraderecha e izquierda radical) siguen peleando para ver quien se lleva el 56% del voto en contra; siendo que en la práctica ese 56% es la suma de dos minorías con visiones e intereses absolutamente irreconciliables, correspondiendo la ultraderecha a la menor de las minorías.

Como sea, la lucha discursiva entre ultraderecha y progresismo corresponde a ideas tan peregrinas que únicamente los miembros de dichas posturas extremas las creen, apoyan, entienden y difunden.

Un ejemplo clásico es cuando le preguntas a los miembros de dichas minorías, qué opinión tienen respecto al nuevo esquema mundial.
Los de “ultraderecha” son fácilmente identificables, ya que te contestan: Bueno, el N.O.M. consiste en la destrucción del Estado-Nación y la subyugación mundial a las órdenes de la ONU por medio de lo indicado en la agenda 2030 y la 2045; a las disposiciones de Davos, del Foro de Sao Paulo, del Grupo de Puebla, del Foro económico Mundial, de la OCDE y/o del Grupo Bilderberg; mientras que los progresistas te preguntan: ¿De qué estás hablando?, ¿cuál nuevo orden?

Evidentemente ningún extremo logra siquiera dimensionar lo que está en juego con el nuevo orden mundial multipolar que se está formando.

Como corolario podemos decir que ambas posturas extremas actúan en la lógica posmarxista de “relato mata relato”, ya que ellas no operan en el nivel lógico y racional, sino que lo hacen en un nivel mucho más bajo, básico y elemental, es decir, sólo activan percepciones, sentimientos y emociones; mientras que la población de a poco vuelve a la clave pragmática de “dato mata relato” y deja la emocionalidad para el fin de semana.  En castellano simple, la gente no quiere que le vendan “ideologías extremas y sueños”, sino que quiere cosas aterrizadas, tales como, recuperar el país, restaurar el orden y la seguridad, tener la tranquilidad para poder invertir sus recursos sin que se los quiten, y volver a trabajar.

Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política

lunes, 2 de diciembre de 2024

La batalla cultural para recuperar la sociedad occidental.

Pero, ¿qué sociedad occidental queremos recuperar?

Si vemos como era la sociedad previo a la Primera Gran guerra alemana, en Europa aun existían los grandes imperios con algunos monarcas absolutos y otros tantos que con anterioridad habían pasado a constituirse en monarquías constitucionales o monarquías parlamentarias. En definitiva, no eran democracias propiamente tales.

Al término de la Primera Guerra Mundial, desaparecieron los grandes imperios, y sus territorios fueron atomizados en varios países que no constituyeran un riesgo real para los vencedores de dicha conflagración. Lo anterior, quedó establecido y formalizado en el Tratado de Versalles.

Seis años después del término de la Primera Guerra (1924), nace el Fascismo italiano, con Benito Mussolini (Il Duce), quien fijó como norma de vida, que: “el Fascismo representaba una «tercera posición», basada en el nacionalismo extremo, validando la violencia, el desprecio hacia la burguesía y la oposición frontal al marxismo, junto con la exaltación del Estado sobre los intereses individuales: “todo en el Estado, todo por el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado””.

En 1933, por su parte, nació en Alemania el nacional socialismo con Adolf Schickelgruber (Adolf Hitler), que se constituía en una variante germana del fascismo italiano, que se distinguía de aquel  en cuanto al racismo y segregacionismo antisemita, anti gitanos, anti enfermos físicos y mentales, etc.

El 22 de mayo de 1939, Alemania e Italia firmaron el llamado Pacto de Acero y formalizaron la alianza del Eje con disposiciones militares. Y el 1 de septiembre de ese mismo año Alemania invadió a Polonia, iniciándose la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, un año después, el 27 de septiembre de 1940, Alemania, Italia y Japón firmaron el Pacto Tripartito, conocido como la alianza del Eje, formalizándose la guerra en Europa, Africa, el Sudeste asiático y el Pacífico.

En mayo de 1945 finalizó la segunda guerra mundial en Europa, mientras que en septiembre del mismo año se rindió Japón. Y ¿primaron los valores y principios de la sociedad occidental? No, lo que primó fueron, nuevamente, los intereses de los países vencedores.

En definitiva, cada vez nos alejamos más de la democracia y de lo que alguna vez fueron los valores y principios de “la sociedad cristiana occidental”.

Posteriormente, con la guerra fría, desde 1945 hasta la caída del muro de Berlín y de la URSS, vino un nuevo devenir, supuestamente democrático y en base a los valores de occidente. Pero seamos honestos, fue tan democrático como pensamos y se basaba en los principios y valores de occidente, o siguió siendo una imposición del(los) vencedor(es).

Si somos honestos, y nos regimos por los planteamientos realistas y neorrealistas de la política, que establecen que:
- Postura realista: Establece que “el Poder”, mediante su mantención, acumulación, o abierta demostración, es el fin último de las relaciones entre países en pos del logro de sus respectivos Objetivos Nacionales.
-Postura neorrealista o anárquico internacional: Establece que la anarquía o falta de una autoridad superior que regule a los países, es subsanada con un control legal internacional imperfecto pero funcional.
Entretanto, los contrapesos y balances de poder se nivelan en base a un encuadramiento jerárquico entre países validado por consenso internacional que está en constante evolución, que es dinámico y competitivo.

El modelo de sociedad que hemos utilizado en occidente es el que nos impusieron los vencedores de las guerras mundiales y de la guerra fría; sin embargo, ese modelo económico y social ha demostrado que no está a la altura de las necesidades sociales, de la valoración de los intereses y objetivos estratégicos de cada país, no valora aspectos éticos, morales, familiares, tribales, de seguridad de cada Estado-Nación, etc.

Luego, más que gastarnos en tratar de resolver un sistema internacional que está fallando desde 1918, lo lógico es, atendiendo a los planteamientos realistas y neorrelistas de la política y de las relaciones internacionales, buscar el mejor acomodo a nuestras necesidades, usos, costumbres y urgencias de económicas y de seguridad, buscando socios permanentes y otros circunstanciales, mientras se alinean los nuevos poderes internacionales.

Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política