En estos últimos dos años hemos visto un amplio despliegue emocional en la derecha, con el surgimiento de diversos grupos que a poco andar se dividieron en más grupos, y estos últimos, en más grupúsculos, cual más extremista que el otro.
Convengamos en que los grupúsculos más radicalizados, son los liderados por personas en el rango etario entre los 20 y los 45, que, curiosamente, son los menos valientes. Gritan mucho y pelean entre ellos a nivel de RR.SS., pero ni siquiera son capaces de pasar al conflicto personal en vivo y en directo entre ellos.
En este punto del análisis vuelvo a lo que les comentaba en un artículo anterior, respecto a que en la guerra vence el que actúa en forma racional, pausada, con temple, en forma metódica, y dice lo que tiene que decir, sin importar si gusta o no; y, por el contrario, el que entra a un conflicto movido por la emocionalidad, está destinado a la derrota.
Queda claro que en el rango etario entre los 20 y los 45 años la izquierda caló hondo en la derecha juvenil. Esa parte de la sociedad, está más ocupada de no perder su nivel de vida que lo que efectivamente pase con el futuro de nuestra nación.
En definitiva, la juventud está más ocupada de su ego y sus necesidades particulares (hedonismo), está movida 100% por la emocionalidad y se niegan rotundamente a salir de ese esquema mental, y de asumir ningún tipo de responsabilidad directa en lo que pasa en nuestro país. De hecho, están convencidos que haciendo “videos ultrones de derecha en YouTube” e insultando a medio mundo en “X”, harán que “alguien haga algo” para sacarlos de su “terrible sufrimiento”, entiendo como sufrimiento no poder cambiar anualmente las zapatillas Nike, el Iphone, o la tarjeta gráfica de su PC Gamer.
Con una juventud así, estamos perdidos.
Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política
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