lunes, 13 de enero de 2025

¿Eres de izquierda o de derecha?

Hace casi cinco años, con motivo de mis planteamientos en redes sociales, algunos me preguntaban si era de derecha o de izquierda, y otros más efusivos, llegaban incluso a exigirme una definición clara. Visto así me limitaba a contestar, si es que lo hacía: “No soy de derecha ni de izquierda, soy Logístico, y, como tal, las ideologías no me interesan porque lo relevante es que el país funcione”. Ergo, para que el país funcione requiere de un Plan Logístico Nacional que no debe subordinarse a una determinada ideología, sino que a una Estrategia Nacional de largo plazo -la cual podrá tener asociada o no una componente ideológica-.

Ahora bien, si consideramos que la logística consiste en el esfuerzo nacional, público y privado, tendiente a satisfacer las necesidades de los ciudadanos, nos podremos dar cuenta que dicho Plan Nacional tiene dos componentes, uno de alto nivel y otro de orden operativo.

Visto así, la logística de alto nivel está dada por la acción directa del Estado mediante el esfuerzo coordinado y alineado de sus tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), en pos del bien común general de la población.

Bajo esa premisa, los poderes del Estado, antes mencionados, deben en conjunto crear las condiciones de seguridad, orden público, estabilidad económica y lineamientos y certeza jurídica, necesarios para que el nivel operativo opere con normalidad y satisfaga, por consiguiente, los requerimientos de los ciudadanos.

Por otro lado, el nivel operativo de la logística está dado por el esfuerzo privado, el cual, en virtud de las medidas de seguridad, orden público, estabilidad económica y certeza jurídica provistas por el Estado, en su rol de órgano conductor de la logística nacional, y con estricto apego al principio de subsidiariedad, nos dará como resultado un proceso logístico ordenado, oportuno y que ciertamente satisfaga de buena forma las necesidades sociales.

Hasta aquí hemos visto qué pasaría en condiciones teóricas ideales; sin embargo, en la práctica en nuestro país estamos muy lejos de acercarnos dichas premisas básicas. En la realidad diaria vemos un irrespeto total hacia la Ley, las policías, hay ataques urbanos y rurales; en definitiva, vemos a un Estado que no cumple sus funciones esenciales como órgano conductor de la logística nacional.

En virtud de lo anterior, como se habrán podido percatar, en ningún momento he mencionado líneas ideológicas, ya que ellas ensucian los análisis técnicos; ergo, como mencionaba al inicio de esta columna, no soy de derecha ni de izquierda, simplemente soy logístico, y quizás eso deberíamos hacer a nivel ciudadano, soltar las ideologías propias de la primera guerra fría que hoy están obsoletas, fuera de foco y que no dan cuenta del mundo actual ni de los nuevos balances de poder internacional.

En cambio, me parece que lo mejor sería concentrarnos en los aspectos comunes a nivel transversal que nos permitan levantar nuevamente al país y hacer frente al nuevo tipo de enfrentamientos que afectan al mundo entero, y que llegaron para quedarse y aumentarán con el tiempo, aunque haya quienes no quieran verlo ni aceptarlo, hablamos de los “conflictos asimétricos con componentes híbridos, narcotráfico, trata de personas, tráfico de órganos, terrorismo, piratería marítima, y proxies internacionales e islámicos radicales”.

Como corolario podemos mencionar, que:
Las ideologías apelan a la emocionalidad, y están llenas de lindos sueños y buenas intenciones… Sin embargo, la planificación estratégica flexible nos permite ajustar dicha estructura a la realidad con mayor facilidad que la ideología, ya que la realidad es inexorable y siempre se impone.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

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