lunes, 20 de enero de 2025

¿Los partidos políticos realmente son lo que dicen ser?

Si consideramos el actual espectro político chileno nos daremos cuenta que en materia “partisana” nada es lo que parece.

Por un lado tenemos lo que algunos denominan partidos de ultra derecha, que en definitiva son partidos de derecha -unos más duros que otros-, que está compuesta por el Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y el Partido Nacional Libertario (en formación), respectivamente.

Partidos de centro, que en realidad podríamos definirlos según sus postulados, como partidos de centro derecha, que están dados por el Partido Amarillos por Chile y el Partido Demócratas. En este mismo ítem podemos integrar a los díscolos del socialismo tradicional, pensemos por ejemplo en Oscar Landerretche, José Antonio Viera-Gallo y tantos otros pertenecientes al grupo de los autocomplacientes.

Partidos del socialismo democrático, que estarían dados por Chile Vamos -que aunque se dice de centro derecha en los últimos cinco años su deriva hacia la izquierda ha sido notoria-, el ala pensante del Partido Socialista, y los más pragmáticos del PPD, en definitiva, hablamos de los socialistas ex-miembros de la antigua Concertación que no se hayan ido a Amarillos.

Por último están el Partido Comunista y el Frente Amplio Unido, que aunque hay quienes piensan que son lo mismo, no lo son. El PC chileno es un Partido Marxista Leninista de la vieja guardia, mientras que el FA es un partido WOKE.

Ahora bien, hasta hace poco más de un año atrás era de la idea que a la izquierda (en general) debíamos negarle prácticamente todo; sin embargo, afortunadamente, tuve un infarto cardíaco el cual produjo un coagulo que me generó cuatro micro infartos cerebrales que me noquearon. A raíz de eso tuve el tiempo suficiente para leer y pensar, tanto sobre lo que pasaba en Chile como con respecto a mi actitud sobre lo mismo; y, finalmente, caí en cuenta que nos guste o no tenemos que aprender a convivir y a conversar con la gente razonable y sensata de izquierda, de centro y de derecha aislando a los autoflagelantes y/o nostálgicos de lado y lado, ya que esas minorías son lo que son y no las vamos a cambiar.

Si el panorama de superficie lo vemos de esta manera, las instancias de negociación y conversación para sacar a nuestro país adelante son considerables; no obstante, si vemos el cuadro de situación bajo el prisma setentero y ochentero, por lógica las posibilidades se reducen casi a cero.

Finalmente, en esta ocasión no habrá una bota de Infantería talla 40 que nos tenga a todos haciendo buena letra, esta vez nos toca a nosotros. Ergo, este es el tiempo de los ciudadanos realmente Patriotas, que en verdad amen a la Patria y que por decisión propia y convicción íntima pongan de su parte para volver a levantar a nuestro país, independiente de su tinte ideológico.

Atte.
Pablo Thauby
Ingeniero Comercial
Magíster en Ciencia Política

No hay comentarios.:

Publicar un comentario