Como se confecciona el presupuesto de las FF.AA.

Los manejos y reducciones presupuestarias a las FF.AA. comenzaron en diciembre de 2016, mediante la ley 20.977, que incorporaba el texto de la ley 13.196, incluidas sus modificaciones, la cual dejó de tener el carácter de reservado, siendo finalmente derogada por la ley 21.174, publicada el 26 de septiembre de 2019, derogación con aplicación efectiva a partir del primero de enero de 2020.

Sin perjuicio de lo anterior, desde el primer gobierno de Bachellet, de tal manera de financiar las políticas populistas (bonos), y hasta ahora, se instaló como mecanismo primario de confección presupuestaria que la Dirección de Presupuesto (DIPRES) del Ministerio de Hacienda indique “el marco presupuestario” que le corresponde a cada Institución de la Defensa.

Ahora bien, en base a ese “marco presupuestario”, Cada Institución eleva una “propuesta de presupuesto” a la DIPRES, incorporando lo principal “dentro de marco”, entendiéndose ello como el financiamiento de material, equipos, vehículos, componentes, partes, piezas y entrenamiento imperativos para hacer frente a una situación de conflicto, y también lo “fuera de marco”, entendiéndose eso como la renovación y mantención de material que dentro de su vida útil puede, en condiciones normales, esperar. Y lo mismo respecto a la contratación de personal adicional.

De más está decir que, sin perjuicio del “dentro y fuera de marco”, las FF.AA. tienen muy restringidos los subtítulos, ítemes y asignaciones presupuestarias en los que pueden gastar, situación que hace interminables los “carteos” entre las diferentes Instituciones y la DIPRES, previo a pasar al Congreso para la discusión final de la LEY.

Teniendo en mente ese esquema de trabajo, los diferentes gobiernos desde Bachellet I, han restringido en forma sostenida el “Marco Presupuestario” indicado por la DIPRES, situación que, por lógica, disminuye lo que corresponde al “dentro y fuera de marco”.

En tales circunstancias, los Comandantes en Jefe deben ir al Congreso a defender sus presupuestos paupérrimos. En ese contexto, desconozco si los señores congresistas conocen el periplo antes descrito, y de no conocerlo, sería muy útil que se impusieran al respecto.

Entretanto, si analizamos lo anterior a la luz de los Estados de Excepción Constitucional en el sur y en el norte, que desde 2019 dejaron de ser excepcionales y se han convertido en algo normal, es evidente que lo que se establece en el “Marco Presupuestario” no satisface las necesidades “excepcionales” de acuerdo a las órdenes de despliegue que reciben a diario las FF.AA.

Atte.

Pablo Thauby

Magíster en Ciencia Política.