La guerra híbrida que aqueja a nuestro país continúa su avance sin demoras, mediante el debilitamiento constante y progresivo de la institucionalidad, de la economía y de la moral nacional.
La guerra híbrida en cuestión incluye una Maniobra de Alcachofa que consiste en producir inestabilidad social, económica y de seguridad pública, mediante el ingreso ilegal de foráneos, incluyendo miembros de bandas delictuales internacionales.
Inestabilidad social, fácilmente visible en Colchane e Iquique.
Inestabilidad económica, que se evidencia en la salida constante de dólares hacia Venezuela, por parte de foráneos que envían remezas mensuales hacia ese país. Del mismo modo dado el tipo cambio se produce inflación interna y disminución de importaciones de bienes de consumo desde el extranjero.
Inseguridad pública, en términos de los desmanes y agresiones que realizan los foráneos tanto en Colchane como en Iquique, Arica y Antofagasta.
Aquí deberíamos recordar el informe de Inteligencia que mencionaba el ingreso ilegal de personal con entrenamiento militar de insurgencia, cercano a los 3.800 individuos. Situación con la que deberíamos rememorar a los 10.000 cubanos que ingresaron ilegalmente en los 70’s como personal de apoyo a la Embajada de ese país, y que en definitiva, figuraban como instructores en las escuelas de guerrilla avaladas por la UP.
Por su parte, la Comisión de expertos constituyentes continúa avanzando en su intensión de eliminar a nuestro país como lo conocemos, de tal suerte de convertirlo en un nuevo Estado socialista, estilo siglo XXI.
Entretanto, el conflicto Ruso-Ukraniano, continúa afectando a nuestro país con respecto a los siguientes elementos, a saber:
1.- Al producirse inestabilidad militar, en la que de una u otra manera se ve involucrado EE.UU., el precio del dólar tiende a subir.
2.- Con un tipo de cambio desfavorable, se producen dos efectos importantes. Por una lado, aumenta la inflación interna, y, por otro, se genera una disminución de importaciones.
3.- Dado el menor nivel de importaciones, se genera una disminución de la oferta local de combustibles y lubricantes sintéticos (a base de petróleo), y otros bienes de consumo, considerando que dichos recursos y bienes de consumo son íntegramente adquiridos en el extranjero en moneda dólar.
Como vemos, hoy por hoy, no tan sólo Boric y el nuevo intento constitucional nos complican la vida, sino que ahora se suman Putin y la inestabilidad económica interna de EE.UU., recordemos en este punto ese viejo adagio de economía internacional que reza: "cuando EE.UU. estornuda, al resto le da pulmonía".
Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política, Academia de Guerra Naval, Chile.
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