Tamaña fue la proeza ingenieril y civilizadora que los especialistas de ambas áreas de la Ingeniería Militar llevaron a cabo en esa modesta comuna de nuestro país.
Me refiero al emplazamiento de la línea férrea y la instalación, conducción y mantenimiento del tren que iba desde “Puente Alto” hasta “El Volcán”.
Ya lo dice una parte del Himno del viejo Batallón de Ferrocarrileros, al mencionar que: “(…) La hermosa y noble insigna que adorna nuestro cuello, es fuerza, luz y sello de civilización (…)”
En efecto, la implementación de la línea y tren en cuestión, cumplió el sueño insatisfecho de conectividad que durante mucho tiempo afectó a la gente que habitaba en la zona de “El Volcán”.
Estas escasas líneas nos deben recordar el constante, esmerado y permanente esfuerzo que despliega nuestro Ejército, en apoyo a las comunidades más aisladas de nuestro país.
Atte.
Pablo Thauby.
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