Hoy hablaremos de un ejemplo de responsabilidad, templanza y cumplimiento del deber.
I.- Introducción.
Gaspar Cabrales al estallar la Guerra del Pacífico, a sus escasos 15 años, se reclutó voluntariamente en nuestra Armada, siendo designado “Corneta” de la Corbeta Esmeralda.
La misión de Gaspar, consistía en repetir con su instrumento musical las órdenes del Comandante, con el objeto que toda la dotación oyera lo dispuesto por el Mando y procediera a su inmediato cumplimiento.
En sus momentos de retirada diaria asistía a las clases de educación cívica, historia y matemáticas que dictaba el Comandante Prat en las tardes; y, posteriormente, a las clases de ortografía y caligrafía que realizaba el Sargento Aldea. Adicionalmente, por iniciativa propia entrenó al Cabo 2° Artillero de Marina Crispín Reyes como “Corneta Retén”.
II.- El día del combate, 21 de mayo de 1879.
Cabrales desde el primer momento, post arenga, asumió su puesto de combate al lado del Comandante, mientras el Sargento Aldea, Jefe de la Guardia de Bandera, disponía a su personal para la protección del emblema patrio, y los Guardiamarinas, SubTenientes y Tenientes organizaban a los Cabos, Grumetes y a los Soldados de la Guarnición de Artilleros de Marina por agrupaciones de fusileros, partidas de abordaje y en las respectivas piezas de artillería.
Cabrales se mantuvo firme en su puesto y sin dudar tocaba su instrumento, repitiendo las órdenes del Comandante, hasta ser alcanzado por una ráfaga de la ametralladora emplazada en la cofa del Mayor del Huáscar que le causó la muerte inmediata, mientras el buque peruano realizaba su aproximación para el primer intento de embestida sobre la vieja Corbeta chilena.
Ese ejemplo de vida, responsabilidad, templanza y cumplimiento del deber, más allá de lo exigido en la reglamentación, es el que nos debe guiar para enfrentar nuestra actual situación país.
Pablo Thauby.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario