Desde hace algún tiempo que escucho a algunas personas hablar sobre la creación de una resistencia.
Si partimos de la premisa que la expresión “resistencia”, para efectos políticos, se acuño junto con las Guerras Mundiales, principalmente con la segunda; y correspondía a actividades de sabotaje, inteligencia y contrainteligencia paramilitar nacionalista; en castellano simple, consistía en conformar un Ejército irregular nacionalista o Patriótico, si se prefiere.
Por aparente confusión, me da la impresión que hay un enredo entre resistencia y activación social.
Si vemos que las tareas que desarrolla la gente que, supuestamente está en resistencia, ellas corresponden, precisamente, a activación social.
Indudablemente que me alegra mucho el hecho que la población se active, pero no ayuda el hecho de confundir conceptos, en especial si consideramos el victimismo de la izquierda radical. En definitiva, la extrema izquierda asocia el concepto de resistencia con lo indicado antes (formación de un ejército irregular).
Lo anteriormente expuesto, me recuerda a la eterna confusión entre Estrategia y simples intensiones que abunda entre las agrupaciones civiles de derecha dura. Cuando la gente establece ideas de acción (intensiones) suele llamarlas Estrategias. Y si nos remitimos a los manuales sobre la materia, una “Estrategia”, se define como un Plan de Acción de mediano y largo plazo, con asignación de medios, recursos económicos, materiales y humanos, para el logro de un “Objetivo Político Estratégico” previamente establecido. En definitiva, una intensión, no es una estrategia!!
Luego, si la gente no conoce la terminología técnica apropiada, sugiero evitar su uso, y utilizar el castellano castizo.
Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política, con mención en Estrategia, Academia de Guerra Naval, Chile.
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