Si partimos de la base que a fines de los ochenta, con la caída del muro de Berlín, se acabaron los socialismos reales, y concluyó la Guerra Fría junto con los añejos conceptos de derecha e izquierda, capitalismo y socialismo, es decir, los viejos y conocidos paradigmas se vinieron abajo.
Si consideramos, por otro lado, que con la Guerra en Ucrania vimos el nacimiento formal de la Guerra Híbrida, que sigue lógicas completamente diferentes a la fenecida Guerra Fría; tenemos como resultante un mundo que debe adecuarse a los nuevos paradigmas propios del siglo XXI, paradigmas que nos son ajenos y, en muchos casos individuales, simplemente desconocidos.
Finalmente, con motivo del conflicto en Europa Oriental presenciamos el nacimiento de un nuevo orden mundial, y vemos el gradual desplazamiento del eje político y comercial desde el Océano Atlántico al Pacífico.
En tales circunstancias, intentar resolver problemas sociales y políticos bajo un marco teórico y conceptual que ya no existe y no da cuenta del mundo actual termina siendo absolutamente ilógico.
En virtud de lo anteriormente indicado, surge la pregunta que titula esta columna: ¿Qué será mejor?, ¿una nueva derecha, una nueva izquierda, o simple sensatez?
Hace un par de años leí un libro que me pareció interesante, que se titula: “La nueva derecha”, texto que planteaba cosas que me parecieron razonables, visto bajo los preceptos agonales de Guerra Fría. No obstante, al iniciarse el conflicto ruso/ucraniano, y considerando los cambios en los balances de poder internacional que produjo dicha guerra, lo indicado en el libro perdió toda validez.
Bajo esa premisa, inicié un largo periplo para encontrar un partido o movimiento ciudadano que calzara con las exigencias del nuevo orden mundial multipolar recientemente surgido, viaje que me llevó a concluir que todos los partidos y movimientos en nuestro país se basan en ideas agonales del siglo pasado y el anterior; por consiguiente, dichos partidos o movimientos ciudadanos, no dan cuenta del mundo actual ni están en condiciones de entenderlo, mucho menos de asumirlo y embarcarse en el.
Por lo anteriormente expuesto, de tal manera de levantar nuevamente a nuestro país, más que una nueva derecha o una nueva izquierda, debemos partir por aplicar sensatez en forma transversal. Para ello, el paso inicial es votar por buenos representantes el 07 de Mayo próximo, y, posteriormente, seguir con un profundo proceso de mejora cultural.
Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política, Academia de Guerra Naval, Chile.
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