Aunque tengo claro que no es bueno hablar en primera persona, me parece necesario contarles una conversación que tuve con unos amigos hace algunos días…
En estos últimos días algunos amigos me han planteado, con mucha vehemencia, molestia y energía, ¿por qué no te indignas con lo que está pasando con la “cocina constitucional”?, ¿por qué no haces patente tu rabia al respecto?, ¿por qué no haces activismo como el resto de la gente?, etc.
Y mi respuesta fue:
“Como bien saben, fui logístico, y la misión genérica de ese especialista, es determinar y satisfacer necesidades operativas y de apoyo operativo, específicas, reales y concretas, a partir de recursos escasos; por consiguiente, el Logístico, no puede ser una persona dominada por sus emociones. Muy por el contrario, es una persona que tiende al estoicismo”.
Visto así, un estoico es aquel que busca el autocontrol para cumplir de la mejor forma “la consigna”. Luego, ser estoico no significa ser frío, distante o desaprensivo, sino que consiste en esforzarse por apaciguar las emociones para alcanzar los objetivos asignados de la mejor manera posible.
En tales circunstancias, ¿de qué le sirve a un Logístico el activismo, acción humana intensiva en emocionalidad, sobretodo en emociones negativas, las cuales nublan el buen juicio, confunden, en ocasiones atemorizan, y, finalmente, en algunos casos, llegan incluso a inmovilizar?
Frente a tamaña respuesta del suscrito, mis amigos, continuaron con su arremetida emocional, preguntando: ¿pero, cómo lo haces para mantener la calma y la racionalidad en las actuales circunstancias del país?
La respuesta del suscrito no tardó en llegar:
¿Han navegado alguna vez por el Mar de Drake con mal tiempo para cumplir tareas de rebusca de una embarcación al garete? Si lo vemos comparativamente, eso es peor, más peligroso y más desagradable que la situación política que estamos viviendo. Ojo, no es que esto se me haya ocurrido en este minuto, de hecho, cualquiera que haya participado en una misión como esa sabe a que me refiero. En definitiva, no es muy distinto que estar aislado, haciendo Patria, en la zona de la Cordillera de Darwin, en el extremo sur, lugar en cual si te dejas llevar por la emocionalidad, literalmente, te juegas la vida si cometes un error de apreciación.
Finalmente, frente a tan potente argumentación del suscrito, mis buenos amigos, que inicialmente estaban muy empoderados, terminaron sintiéndose sumamente superficiales y livianos.
Como corolario de la historia, y siendo consecuente con el “Principio de Autodeterminación de los Pueblos”, podemos concluir que:
“Una sociedad civil, que no pone los pies en la tierra, no asume su responsabilidad, y no hace valer sus intereses y convicciones en forma racional y concreta, está destinada a ser baipaseada, ninguneada, basureada y pisoteada por sus políticos, tal como ocurre hoy!!!
Atte.
Pablo Thauby
Magíster en Ciencia Política, Academia de Guerra Naval, Chile.
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