viernes, 30 de diciembre de 2022

La historia se repite, la indecisión e incapacidad política pone en riesgo al país.

Comparativo entre la situación previa a la Guerra del Pacífico y la situación de Boric.

I.- Situación previa al inicio de la guerra del Pacífico.

Dada el alza de impuestos a las operaciones del salitre y del ferrocarril de Antofagasta por parte del gobierno boliviano, comenzaron los intentos diplomáticos de arbitraje internacional del Presidente chileno don Aníbal Pinto para tratar de desarticular la intentona del Presidente boliviano don Hilarión Daza.

Tanto la ciudadanía como el empresariado chileno que habitaba y explotaba comercialmente zonas nortinas, inició una campaña para urgir al gobierno de Pinto para que tomara acciones más decididas sobre la materia; molestia ciudadana y empresarial que rápidamente se expandió a nivel nacional. Lo anterior, significó una fuerte disminución en la popularidad presidencial chilena, lo que evidentemente reforzó la intolerancia y exigencias bolivianas.

Entretanto, se activaba la alianza militar por conveniencia mutua entre Bolivia y Perú, situación que complicó aun más las cosas en el norte, y comenzaban a soplar vientos de guerra.  Con ese escenario, el Presidente Pinto insistía en negociar, sin aceptar que su indecisión sólo disminuía su posición negociadora.

Las manifestaciones sociales contra Pinto por su indecisión y falta de coraje se volvían cada vez más intensas y la popularidad presidencial iba en caída libre.  Pinto no quería ir a la guerra pero la ciudadanía se lo exigía. La situación para Pinto era insostenible, lo presionaban Perú, Bolivia y los chilenos.

De tal manera de evitar el colapso, Pinto optó por enviar un contingente militar a Antofagasta e iniciar el bloqueo del puerto de Iquique.

En resumen, Pinto logró zafar de su situación.


II.- La situación de Boric.

Boric tiene una incapacidad congénita para gobernar.

Boric se quedó sin programa de gobierno, ya que, en la práctica su programa era la implementación de la nueva constitución.

Su popularidad entró en caída libre.

Los países de izquierda sudamericana aliados de Boric hasta antes del Plebiscito de Salida, lo abandonaron producto de la derrota sufrida.

Los votantes de Boric (ñuñoínos), lo abandonaron.

Las guerrillas del sur amenazan a Boric y al Estado en general.

El índice de criminalidad está desatado.

Los ciudadanos de bien quieren su salida y las protestas en su contra en redes, son sumamente intensas.

Ha cometido serios desatinos diplomáticos con España, EE.UU. e Israel, que son parte de nuestros aliados lógicos.

Para todos los efectos prácticos, Boric está peor que Pinto en su momento más bajo.

Las posibilidades de Boric para evitar el colapso emulando el accionar de Pinto, en términos de traer orden y seguridad interna, son inviables, ya que no tiene respaldos en ninguna parte, salvo por los salvavidas de plomo de la derecha partidista.

III.- En conclusión, si Boric hubiera optado, al asumir el gobierno, por una socialdemocracia nacionalista (tipo Íñigo Errejón, en España), probablemente habría tenido más instancias para poder traer orden y seguridad, pero su soberbia anarquista infantil pudo más… 

Ahora es tarde!!

Soy, Pablo Thauby.

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